dijous, 3 de maig del 2012

Jocs Florals 2012

La inspiració té nom.


Una brisa llunyana
acarícia el seu somriure;
una brisa llunyana
la desperta, la fa viure.

Els seus cabells suaus
com onades a l’atzar
en aquest precís instant
desitjo acaronar.

Potser ningú aprecia la seva bellesa,
a la interior em refereixo,
aquella que ni amb paraules
podria expressar el millor dels poetes.

Cada cercle marró, una benedicció;
cada pupila negre, un abisme;
és una gran temptació
poder-m’hi endinsar quan em mira.

Mon cor enamorat
aquesta poesia ha encadenat.
Sens voler explicant estic
les sensacions que capten mons sentits...

                                                                               Laia No

¿Qué soy yo sin ti?

¿Qué soy yo sin ti? La verdad nunca me había preguntado esto, creo que yo sin ti no soy absolutamente nada, soy como un puzle al que le faltan algunas piezas, incompleto. Supongo que esta pregunta no me la había planteado nunca porque no me había imaginado que acabaría aquí, a tu lado, sentada en una silla, escribiendo una carta mientras te tengo a mi lado, callada, sin sonreír, sin decirme nada… en coma. Te miro y no me lo puedo creer, no me creo que no estés riéndote hasta llorar, que no me hagas bromas de las tuyas, que no me pongas nerviosa de tanto hablar. Hoy he ido al colegio, me levantado con una sonrisa, como cada día, pero algo era diferente, tu no estabas esperándome en el portal de tu casa como cada mañana, solo estaba tu hermana, estaba llorando, me ha dicho que su abuelo había tenido un accidente, que no me preocupara, pero que ella tenía que ir al médico. Así que yo he ido tirando hacia el colegio, todo ha ido normal, hasta que ha llegado la segunda hora, sociales, a mi me han hecho salir de clase. Yo no sabía a qué venía todo eso, mi tutor estaba muy serio y me ha dicho: Roser, lo sentimos mucho, pero tu amiga Itziar ha tenido un grave accidente y está ahora en el hospital, en coma. No me lo creía, no podía ser, que tú, mi mejor amiga, estuvieras grave, no me podía creer que estuvieras tumbada en una cama en un hospital. En ese momento no me salían las lágrimas, no podía ni llorar, simplemente pensaba que era una broma de esas de mal gusto o una pesadilla, un mal sueño, pero no era nada de eso, era real.
Hace como dos horas he llegado al hospital he visto a tu hermana llorando, he ido a su lado y le he preguntado dónde estabas, lo siento, pero no quería perder el tiempo consolándola, tenía que comprobar si era verdad todo esto. Cuando he entrado en esta habitación y te he visto el corazón se me ha parado, no podía creer que estuvieras quieta en una cama, sin moverte. Me he sentado a tu lado y he empezado a hablarte, a explicarte mis cosas con la esperanza de que reaccionaras, pero no respondías, no sonreías, no me abrazabas, entonces he empezado a chillarte, a decirte que no me podías hacerme eso, que no era justo, que me prometiste que nunca me dejarías. En ese momento estaba enfadada contigo Itziar, no me podía creer que me hubieras dejado sola, habías roto tu promesa ¿y ese “por siempre” que tú me prometiste hace años? Mientras te chillaba entró tu madre y me dijo que parara, me cogió y empezamos a hablar, ella me hizo entrar en razón, tú no tienes la culpa de estar así.
Hace tiempo que estoy escribiendo la carta, no sé porque, supongo que es para que cuando despiertes, porque despertaras seguro, sepas como me he sentido, o quizás es para desahogarme para expresar lo que siento, no lo sé, pero me siento mejor escribiéndote esto.
Nunca te he llegado a echar tanto de menos y eso es porque no me has dejado nunca, porque siempre has estado allí. Hoy me falta algo, dentro estoy completamente vacía, intento buscar un porque a esta situación y no la encuentro, no entiendo porque nos tiene que pasar esto, porque tengo que sufrir yo y porque tienes que estar así tu, ¿ te acuerdas cuando tu y yo decíamos que las cosas no tienen un porqué, que ocurren porque si? la gente siempre nos decía que no, que eso no era verdad, que siempre había un porque aunque no lo supiéramos, pero aun así no nos hacían cambiar de opinión, tu y yo igual de cabezotas que siempre jajajaja. Continuo buscándole un porque a la situación, quizás es porque yo he hecho algo mal y no he sabido apreciarte tanto como te mereces, no lo sé, pero si alguna vez no te he apreciado lo suficiente, o te he fallado te pido perdón Itziar, lo siento de verdad.
Mientras estoy escribiendo en la carta me estoy acordando de muchísimas cosas que he pasado a tu lado y al de tu hermana, todas las risas, todas las noches, las cenas, las lagrimas, los enfados, todo, sea bueno o malo, todo me ha enseñado algo.
Acaba de entrar tu hermana para ver como estas, me ha dicho que quiere escribirte una cosa, para que cuando despiertes lo sepas, aquí te dejo con tu hermana: Itziar, te quiero, espero que lo sepas y en ningún momento hayas creído lo contrario, se que nos hemos peleado muchas veces, y ahora cambiara todos esos momentos por risas a tu lado, pero no puedo, ojala, pero no, esto es así, y no tengo una máquina del tiempo ni algo por el estilo. Cuando me he enterado de que estabas en coma me he derrumbado, no sé cómo explicarte lo que siento. Si alguna vez te he fallado lo siento. Esto no es un adiós ni una despedida es un simple hasta pronto, porque volverás ¿verdad?, seguro que si, piensa que aun hemos de ir a la cena de final de curso que tanto esperamos tú, Roser y yo jajajajaj. Hasta pronto!
Vuelvo a ser yo, tu mejor amiga Roser. Continuo aquí después de una hora sentada en una silla a tu lado, escribiendo esta carta, me parece que ya va siendo hora de que la acabe, creo que te he intentado decir todo lo que siento ahora mismo aunque sea imposible de explicarlo de verdad. Estaré aquí hasta que vuelvas a sonreír y hablar, me quedare sentada y saldré de esta habitación con la persona que me ha hecho reír y llorar con la verdad delante de todo, que me ha ayudado siempre. Después de haber escrito dos páginas sobre lo que siento, sobre lo importante que has sido, eres, y serás para mi, continuo pensando y continuo sin saber responder bien la pregunta que he hecho al inicio de la carta: ¿Qué sería yo sin ti?

Aida Ramírez